Comprender el dolor y no crispar, claves del manual poltico de la pandemia

Los expertos creen que estamos en un momento de cambio donde slo sirve el acuerdo y advierten del peligro de seguir cebando el enfrentamiento en plena crisis

Iv

Ivn Espinosa de los Monteros, de Vox, esta semana en el Congreso, con el socialista Patxi Lpez.
EFE

  • Anlisis.

    Estado de nervios en el Gobierno, por Luca Mndez

Nos creemos especiales pero no lo somos. La agresividad en el debate poltico espaol no es nueva y tampoco reciente. Y por eso ni la crisis sanitaria del coronavirus ha podido contenerla. Se incardina en un proceso concreto, cuyo punto cero son los efectos de la Gran Recesin de 2008, la ruptura del sistema de partidos y la aparicin de formaciones ms extremas. El desencanto ante la falta de soluciones, el aumento de la desigualdad hizo germinar a Podemos, Vox y Ciudadanos. La decisin de este ltimo partido de abandonar el centro tras su triunfo en Catalua y disputar la hegemona de la derecha supuso la creacin de dos bloques ideolgicos en Espaa. Y ah contina la poltica espaola, sin que apenas se mueva nada. En un pantano de polarizacin social y poltica.

Este es el rpido resumen que hacen a cuatro manos los expertos consultados por EL MUNDO. Narciso Michavila, presidente de Gad3; el politlogo Pablo Simn, el socilogo y ex presidente de la Asociacin de Comunicacin Poltica, David Redol, y el investigador principal de Metroscopia, Jos Pablo Ferrndiz.

Todos coinciden en que Espaa no es una isla, slo que se ha incorporado ms tarde, explica Redol, a esta ola de poltica polarizadora, basada en lo emocional ms que en lo racional, en generar una poltica binaria. En el ellos contra nosotros que estren Steve Bannon como asesor de Donald Trump y que copi el Brexit, Orban o Salvini.

No ha parado de crecer en las sociedades occidentales, seala Pablo Simn, pero como el colesterol, a partir de determinado umbral puede ser un problema.

Ferrandiz se retrotrae a ejemplos nacionales para apuntar que estamos en niveles parecidos a la etapa 1993-1996 o a los aos posteriores al atentado de Atocha de 2004. Siempre, indica, cuando preguntamos a los ciudadanos creen que nos encontramos en el nivel ms alto de enfrentamiento pero no es as.

Ahora, segn Simn, se une que vivimos un contexto muy incierto y voltil, en que los votos cambian de mano muy rpido y un partido tiene muchos incentivos para hacerse ver como diferente. Esto profundiza la polarizacin poltica y se traduce en un segundo tipo de polarizacin, la afectiva, donde aumenta el rechazo de los ciudadanos a los votantes de otros partidos.

Lo vemos incluso en la crisis sanitaria, sostiene el investigador de Metroscopia, donde la evaluacin de lo que sucede se hace desde posiciones ideolgicas A Fernando Simn, por ejemplo, le suspende mayoritariamente la derecha y la aprueba la izquierda

Esta polarizacin existente se ha mantenido durante estos meses porque ha cambiado la letra pero no la msica, mantiene Simn. Y ha impedido, como s ha sucedido en otros pases, una dinmica de reagrupamiento detrs de la bandera y de consensos bsicos. Pero obedece tambin a cierta estrategia deliberada, los polos tienen inters en la polarizacin. La hiprbole en el discurso pblico hace que la crtica razonable y sensata al Gobierno o admitir lo que est haciendo bien se desdibuje y a la gente slo le quede el atajo partidista, la simpata por una o otra formacin. Esto explicara por qu la situacin electoral contina tan rgida: el debate pblico est hurfano de coordenadas identificables sobre qu sucede.

Para Redol esto es algo normal que se da en otros pases. La virulencia del enfrentamiento entre Gobierno y oposicin es muy ntida en EEUU o Reino Unido. Michavila va ms all y vincula el grado de polarizacin con la calidad de la reaccin al coronavirus. Est presente en todos los pases con peor respuesta poltica ante el virus: Espaa, Francia, EEUU, Brasil. Defiende que decisiones que deban haber sido tcnicas han sido polticas en todas las administraciones. Y que esto obedece a que el poltico ha invadido cada vez ms espacios de decisin de la vida civil. En Italia, recuerda, la comisin para la Reconstruccin la dirige el empresario Vittorio Colao.

Pablo Simn cree que los dirigentes espaoles tratan de mantener su cuota de mercado y responsabiliza a todos de esta atmsfera. No se sabe quin dispar primero sino que los disparos van y vienen. Pedro Snchez, dice, ha querido presidencialiar la crisis. Y Podemos, explica, necesita marcar perfil propio porque la gestiona el PSOE. Pablo Iglesias intenta satisfacer a sus votantes. Lo que les gusta es que se pelee fuerte con Vox. Si insultas a los fachas lo tienes hecho. Para los suyos el vicepresidente dice verdades.

Al PP, destaca Jos Pablo Ferrndiz, la competicin con Vox les hace estar sobreexcitados cuando queda mucho para las elecciones. Y subraya como el giro moderado que Ins Arrimadas ha dado a Ciudadanos la ha situado entre los mejor valorados. A los espaoles les encanta or hablar de pacto, les sugiere algo positivo. Y no todos los polticos lo entienden.

Estamos, comparten todos, en un momento de cambio. El vaso puede rebosar. Hay que tener mucho cuidado con esta bomba que se est cebando, se est jugando con el manual de antes, advierte Simn. El descontento puede hacer pensar a la gente que las instituciones no les sirven.

Los espaoles estn polarizados ideolgicamente pero no crispados. La crispacin est ms en la lite poltica, subraya Ferrndiz. Pero indudablemente si se mantiene puede ir calando y sera un desastre.

Redol afirma que a corto plazo hay que evitar que esto traspase los muros del Parlamento y confa en que suceder tras el malestar en el PP esta semana con Cateyana lvarez de Toledo. Y Michavila hasta le pone fecha: el 12 de julio, cuando se celebren las elecciones vascas y gallegas. Habr pasado esta cita y los partidos se tranquilizarn. Van a comprobar que en esta megacrisis el manual tradicional de polarizar no sirve, el electorado va a castigar a quienes crispen y no vean el dolor y el sufrimiento de la sociedad espaola. Lo van a ver en Galicia y el Pas Vasco, pronostica: Feijo y Urkullu lo estn comprendiendo. Est pasando en todos los pases europeos los partidos extremos se estn viniendo abajo.

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